Los sombreros de colores claros tienen un buen efecto de protección solar.
La ropa y los sombreros de colores oscuros absorben más luz solar y tienen el efecto de protección solar más pobre. La ropa y los sombreros de colores claros tienen una gran capacidad de reflexión de la luz solar, por lo que absorben menos radiación solar y proporcionan una mejor protección solar. Por eso, a la hora de comprar sombrillas para niños, los colores claros son la primera opción: los niños eligen el azul cielo y el verde claro, y las niñas, el rosa y el amarillo.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de llevar una sombrilla en verano?
1. El estilo del sombrero debe ir a juego con la ropa. Es decir, si llevas ropa de invierno, tu gorro debe ser de invierno, más grueso y cálido. Del mismo modo, si llevas ropa de verano, tu sombrero debe ser más sencillo.
2. El color del sombrero debe ser del mismo tono que el del cuello que lleves. Un sombrero del mismo material que tu ropa y tus pantalones no sólo puede mostrar tu gusto personal, sino también hacer que las personas bajitas parezcan más altas, compensando así sus defectos físicos.
3. El sombrero debe ajustarse a las proporciones de tu cuerpo. Hay que evitar llevar sombreros altos; las personas con cuerpos altos deben evitar elegir sombreros de ala demasiado pequeña, ya que podrían dar la impresión de que su cabeza es ligera mientras que sus pies son pesados.
4. El sombrero debe ajustarse cómodamente al tamaño de tu cabeza. Un ajuste apretado o demasiado pequeño puede restringir la circulación sanguínea en la cabeza, mientras que los demasiado grandes no mantendrán el aire frío y se caerán con facilidad. Los gorros de invierno deben ser suaves, cómodos, ligeros y cálidos, mientras que los de verano, ventilados, deben permitir la circulación del aire a través de orificios de ventilación en su diseño y colores.
5. Usa y lava un sombrero con regularidad. Con el tiempo, el sudor de la cabeza puede adherirse al tejido del gorro y generar bacterias si no se elimina regularmente con agua jabonosa tibia y un cepillo de cerdas suaves para frotar bien antes de aclarar con agua tibia y secar bien antes de volver a ponérselo.
6. Si tienes el pelo mojado, espera a que se seque completamente antes de probártelo. Llevar uno mojado podría permitir que el exceso de humedad penetrara en la cabeza, provocando molestias como somnolencia o fatiga mental.